El Comité Intergubernamental de la Convención de la UNESCO para la Salvaguardia del Patrimonio Inmaterial ha decidido que la Fiesta de los Caballos del Vino de Caravaca de la Cruz sea declarada Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.
La Unesco resalta que la viticultura y la cría de caballos “son dos actividades indisociables de la economía, la historia y la cultura de Caravaca“. Y añade que la fiesta, que se celebra a principios de mayo, pone en valor la solidaridad y la unión al proporcionar a los participantes el sentimiento de pertenencia a un grupo socialmente cohesionado.
La candidatura ha sido aprobada pese a las dudas iniciales que ha planteado el comité evaluador, que consideraba que faltaba información acerca de uno de los elementos esenciales: representar prácticas similares en otras culturas.
Sin embargo, el delegado de Brasil la ha enmendado, lo que ha permitido al embajador español ante la Unesco, Andrés Perelló, aclarar que se trata de una fiesta de más de 300 años que rinde culto a la naturaleza y destaca el culto al fruto del viñedo. Una fiesta, ha dicho, que fomenta el vínculo entre caballistas, caballos, veterinarios y bordadoras; que también establece un diálogo con otras fiestas que tienen a los caballos como protagonistas.
Tras escuchar al representante español, la Unesco ha aceptado declarar esta fiesta Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.
La noticia se ha seguido con expectación en Caravaca de la Cruz donde las autoridades locales y regionales han celebrado el anuncio.
UN POCO DE HISTORIA
La tradición oral y la leyenda se funden y nos dicen que este acto se desarrolla desde el siglo XIII, aunque el origen documentado de esta celebración es del siglo XIX, como explican en “Tradiciones y Fiestas.
La leyenda cuenta que Caravaca se encontraba rodeada por los árabes del Reino de Granada y dentro de las murallas de la ciudad los templarios la defendían. La falta de agua y su mala calidad causan una epidemia, teniendo que salir los templarios fuera de las murallas para encontrar algún líquido que dar a la población; encuentran vino, lo suben en sus caballos con unos pellejos, lo dan a los enfermos y estos sanan; de ahí toman el nombre de los caballos del vino.
A principios del siglo XIX, la fiesta era más bien una procesión con caballos y vino; más tarde, fue derivando en una carrera, forma actual del festejo.
La fiesta de los Caballos del Vino Fue declarada Fiesta de Interés Turístico Internacional en el año 2004. En el año 2011, fue catalogada como Bien de Interés Cultural, lo que supone el paso previo para ser declarada este 16 de diciembre Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la Unesco.
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