Tras la declaración de la UNESCO del pasado 29 de Noviembre que reconocía a las tamboradas de los pueblos de España como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, y tras las múltiples celebraciones realizadas en los 17 pueblos que han alcanzado este reconocimiento mundial, los últimos acontecimientos han dado un giro inesperado en Moratalla.
Con el anuncio realizado en Islas Mauricio, quedaba un último paso para cerrar el proceso que, no sabemos si por desconocimiento de la prensa o por falta de conocimiento del protocolo anexo a esta declaración, ha sido ignorado y ha terminado malamente en su última fase: la aprobación por parte de la Asociación de Tamboristas de Moratalla en su asamblea anual, condición necesaria e imprescindible para la finalización del oportuno expediente y su registro por la UNESCO.
Y los peores augurios se han producido. En la asamblea celebrada el pasado lunes 24 de diciembre ha sido rechazada esta declaración. Sí, contra todo pronóstico, los tamboristas moratalleros que forman parte de la asociación han rechazado este reconocimiento que imprime una promoción a nivel internacional a nuestra fiesta más característica.
El debate se prolongó hasta altas horas de la tarde, y finalmente se decidió aplazarlo hasta el pasado miércoles 26 para tomar una decisión definitiva. Y es que, conforme avanzaba la tarde y se echaba encima la noche, se presagiaba el desastre. Por lo que se decidió dar un plazo para el sosiego y para calmar los ánimos, creyendo que la cena de Nochebuena aplacaría el temperamento característico del tamborista moratallero y serviría de sosiego ante los argumentos esbozados en esta reunión. Y es que alguno de los allí presentes insinuaba prisas al grito de “amos que mi mujer me mata si llego tarde a la cena”.
Pero al parecer, ni las gambas, ni el pavo, ni tan siquiera el riquísimo mazapán de Moratalla regado con unas copas de sidra y algún que otro chupito de licor café, ayudó a que las ideas se apaciguaran tras la reunión mantenida.
Por lo visto, existe un gran malestar por no haber respetado el sentir de la Fiesta del Tambor de Moratalla, que al contrario que en el resto de tamboradas de otras poblaciones, se nutre de un carácter anárquico, rebelde y libre, que no se hizo constar en la declaración finalmente aceptada en el plenario de esta agencia de la ONU.
Además, también los tamboristas moratalleros echaron en falta que se nombraran peculiaridades únicas de esta tierra, como por ejemplo, la tarde de asnería:
“Vamos a ver pa qué nos calzamos las esparteñas, nos metemos en sacos de la oliva y soltamos el tambor pa dar dos vueltas por La Farola (hervidero social del pueblo), pa que luego ni se nos eche una miserable foto p’al dosier ese…”, argumentaba, y con razones, alguno de los tamboristas que protagoniza y preserva esta singularidad única”.
También hubieron quienes, presa del pánico que puede suponer una marabunta de visitantes en los días del toque del tambor, léase: jueves y viernes santo y domingo de resurrección, “al final no haya quien pueda pasar por la calle y no haya quien de un palillazo. O peor aún, que haya que colgar el tambor a diestro y siniestro de quienes nos visitan y, después de estar todo el año esperando para tocar tres días, y así que los tambores van en su sitio, les guste esto del redoble y no podamos dar más que dos golpes mal daos”, argumentaba otro de los asistentes.
“Y es que los tamboristas no somos ni de premios ni de mucha revuelta”, decía otro de los asistentes de solera, de los muchos que hay en Moratalla de familia de antaño, en reconocimiento del carácter rebelde de esta fiesta.
Así que tras los múltiples intentos de reconducir la situación por parte del presidente de la asociación y de los miembros de la junta directiva, finalmente, y tras la votación, se ha decidido dar marcha atrás en el proceso y declinar que la Fiesta del Tambor de Moratalla forme parte de esta declaración como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO.
Tras la confirmación telefónica en charla con el presidente de la Asociación de Tamboristas, queda pendiente la comunicación oficial por parte del Ayuntamiento de Moratalla de esta decisión tanto a las autoridades autonómicas como del Estado, y su pronta publicación en los medios de comunicación para conocimiento público. Además, en los próximos días se solicitará una derrama económica, y no pequeña, a los miembros de la asociación para sufragar el viaje a Islas Mauricio para la firma del acta de renuncia de la declaración, cuestión que va a ser también espinosa cuando se vuelva a plantear en la siguiente junta con los asociados.
Según hemos podido saber de primera mano tras la conversación telefónica con su presidente, todavía alberga la ejecutiva de esta asociación la esperanza de poder echar atrás esta resolución contraria adoptada por los tamboristas, cuando se enteren de lo que va a costar el viaje en avión de ida y vuelta en plena campaña de navidad (que va a salir por un pico), por lo que “esperamos que finalmente se quede todo como está y no la hagamos negra a última hora”, confesaba el propio presidente. “Pero la cosa no está clara porque igual hasta se les afloja el bolsillo a los asociados y les da por pagarnos el viaje y hacer que nos montemos en el avión para ir a firmar la renuncia, que estas navidades los aguinaldos (o aguilandos como se dice aquí) han sido generosos y cualquiera sabe…”
Así que estaremos con el alma en vilo hasta que se celebre esta última reunión extraordinaria y, confiando en el buen hacer de la directiva de la asociación, se consiga reconducir la situación y seguir dentro de esta declaración mundial de enorme relevancia promocional.
Mientras tanto, nos desean a todos feliz navidad y feliz día de los inocentes, y que no nos pasemos con los polvorones que luego a ver quién se quita los kilos de más.
¡Feliz año nuevo 2019!